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Canna Rural se fundó en el 2020 por Dolly Sumanadasa y Manuel de la Peña, una pareja de 33 y 31 años con origen Srilankés y Español. Actualmente nos encontramos en Cantabria, en la aldea de Riosapero y Pujayo, pueblos que históricamente han gozado de gran riqueza agrícola y ganadera pero que, actualmente, apenas el 5% de su población desarrolla estas actividades.
Su población se encuentra envejecida y afectada por la despoblación. Actualmente la media de edad se encuentra entre los 50 y los 75 años de edad, existiendo una media de 8 menos de 15 años. Los hombres y mujeres en edad laboral se dedican principalmente a la industria en factorías de las ciudades más cercanas. Tras varias conversaciones con ellos, a la gran mayoría les gustaría poder trabajar en su propio pueblo.
Otra de las situaciones desfavorables es la inexistencia de servicios en las aldeas, no existiendo tiendas, restaurantes, hospedajes, asistencia sanitaria o colegios. Esto obliga a los habitantes a tener que desplazarse a otros lugares para obtener estos servicios básicos y, por tanto, la amenzada de la despoblación es cada vez mayor.
Los propósito de este proyecto tiene dos focos principales:
1) Desarrollo del cultivo del cáñamo industrial como alternativa a las industrias del plástico y la cosmética.
2) Apoyo al mundo rural, apostando por la fijación de familias en sus pueblos o aldeas y como alternativa a familias y jóvenes que viven en la ciudad pero que buscan una nueva vida en el mundo rural.
